Como una película cargada de inquietud por la capacidad humana para la destrucción masiva, “Oppenheimer” fue coronada como mejor película en la entrega de los premios Oscar, que también sirvió como reafirmación para el director Christopher Nolan. Emma Stone se llevó el premio a mejor actriz.
LOS ÁNGELES, EEUU — “Oppenheimer”, una solemne película biográfica de tres horas que se convirtió en una improbable sensación de taquilla y recaudó miles de millones de dólares, fue coronada como mejor película en la 96ª edición de los Premios de la Academia, que también sirvió como reafirmación para Christopher Nolan.
Después de pasar por alto al que posiblemente sea el autor más importante de Hollywood de los últimos años, los Oscar recuperaron el tiempo perdido al otorgar siete premios para el filme de Nolan, incluido el de mejor actor para Cillian Murphy, mejor actor de reparto para Robert Downey Jr. y mejor dirección para Nolan.
Al ungir a “Oppenheimer”, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas hizo algo que no había realizado en más de una década: conceder su máximo galardón a una película de estudio de gran presupuesto y ampliamente vista. En una industria cinematográfica en la que una capa, un dinosaurio o Tom Cruise han sido a menudo un requisito para la taquilla, “Oppenheimer” atrajo a multitudes de cinéfilos con un drama complejo y lleno de fisión sobre J. Robert Oppenheimer y la creación de la bomba atómica.
“Para bien o para mal, todos vivimos en el mundo de Robert Oppenheimer”, dijo Murphy en su discurso de aceptación. “Me gustaría dedicar esto a los pacificadores”.
Como una película cargada de inquietud por la capacidad humana para la destrucción masiva, “Oppenheimer” también emergió -incluso por encima de su compañera en el fenómeno cultural, “Barbie”- como una película apropiadamente premonitoria para los tiempos actuales. Los Oscar del domingo en el Teatro Dolby de Los Ángeles se desarrollaron en el contexto de las guerras en la Franja de Gaza y Ucrania, y con una elección presidencial estadounidense potencialmente trascendental en el horizonte.
El galardón que mantuvo en vilo a muchos en los Premios de la Academia fue para c por su interpretación de Bella Baxter en “Poor Things” (“Pobres criaturas”).
En lo que fue vista como la categoría más emocionante de la noche, Stone se impuso ante Lily Gladstone de “Killers of the Flower Moon” (“Los asesinos de la luna"). Gladstone se habría convertido en la primera indígena estadounidense en ganar un Premio de la Academia.
En cambio, los votantes de los Oscar no pudieron resistirse a la actuación de Stone en “Poor Things”. La victoria de Stone, su segundo Oscar a la mejor actriz después de su premio de 2017 por “La La Land” (“La ciudad de las estrellas. La La Land”), confirmó a la intérprete de 35 años como posiblemente la actriz de cine más importante de su generación.
La lista de mujeres que han ganado dos o más veces el premio a la mejor actriz es ilustre, incluyendo a Katherine Hepburn, Frances McDormand, Ingrid Bergman, Bette Davis y Meryl Streep.
”¡Oh!, cielos, esto es realmente abrumador”, dijo Stone, quien luchó por contener las lágrimas y por restar importancia a un problema con su vestido roto sobre el escenario.
La transmisión del domingo, con Jimmy Kimmel como anfitrión, tuvo mucho poder estelar, incluida una interpretación del éxito de “I’m Just Ken” de la película “Barbie” a cargo de Ryan Gosling, con Slash en la guitarra y un mar de Kens bailando en el escenario.
Pero la protesta y la política llegaron hasta los Premios de la Academia en un año electoral para Estados Unidos, donde manifestaciones a favor de los palestinos sonaron fuerte afuera del Teatro Dolby de Los Ángeles y el maestro de ceremonias Jimmy Kimmel leyó un mensaje crítico publicado en redes sociales por el expresidente Donald Trump.
“Gracias por vernos”, dijo Kimmel. "¿No es tarde para tu hora de cárcel?”.
Nolan ha tenido muchas películas nominadas al Oscar antes, incluyendo “Inception” ("El Origen"), “Dunkirk” (“Dunkerque”) y “The Dark Knight” (“Batman: El caballero de la noche”). Pero su victoria del domingo en la categoría de dirección es el primer premio de la Academia para el cineasta de 53 años.
En su discurso de aceptación, Nolan señaló que el cine tiene poco más de cien años.
“No sabemos hacia dónde va este increíble viaje a partir de aquí”, dijo Nolan. “Pero pensar que soy una parte significativa de esto es mucho para mí”.
Downey Jr. había sido nominado dos veces antes por “Chaplin” y “Tropic Thunder” (“Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!”).
“Me gustaría agradecer a mi terrible infancia y a la academia, en ese orden”, dijo Downey, hijo del cineasta Robert Downey Jr.
“Barbie”, el mayor éxito de taquilla del año pasado con más de 1.400 millones de dólares en ventas de boletos, no ganó un premio hasta casi tres horas después de iniciada la ceremonia. Se llevó el trofeo a la mejor canción (lo siento, Ken) por “What Was I Made For?” de Billie Eilish y Finneas. Es el segundo Oscar para la dupla de hermanos, dos años después de ganar por su tema de James Bond, “No Time to Die”.
Pero después de una temporada de premios que se mantuvo en gran medida dentro de una burbuja de Hollywood, la geopolítica jugó un papel destacado. Las protestas por la guerra de Israel en la Franja de Gaza entorpecieron el tráfico alrededor del Teatro Dolby de Los Ángeles, lo que ralentizó la llegada de las estrellas a la alfombra roja y desvió la atención de los Oscar hacia el conflicto en curso. Algunos manifestantes gritaban "¡vergüenza!” a quienes intentaban llegar a los premios.
Jonathan Glazer, el cineasta británico cuyo escalofriante drama de Auschwitz “The Zone of Interest” (“Zona de interés”) ganó el premio al mejor largometraje internacional, estableció conexiones entre la deshumanización representada en su película y la actual.
“En este momento, estamos aquí mientras hombres que refutan su judaísmo y secuestran el Holocausto por una ocupación que ha llevado al conflicto de tantas personas inocentes, ya sean las víctimas del 7 de octubre en Israel, o el ataque en curso contra Gaza, todas las víctimas, esta deshumanización, ¿cómo resistimos?”.
La guerra en Gaza estaba en la mente de muchos asistentes, al igual que la guerra en Ucrania. Un año después de que “Navalny” ganara el premio a mejor largometraje documental, “20 Days in Mariupol” (“20 días en Mariúpol”) de Mstyslav Chernov, una desgarradora crónica de los primeros días de la invasión rusa de Ucrania, ganó en la categoría. La victoria, la primera para The Associated Press y la serie “Frontline” de PBS, se produjo cuando la guerra en Ucrania superó la marca de dos años sin signos de disminuir.
Chernov, el cineasta ucraniano y periodista de AP cuya ciudad natal fue bombardeada el día que se enteró de su nominación al Oscar, habló enérgicamente sobre la invasión rusa. “Este es el primer Oscar en la historia de Ucrania”, dijo Chernov. “Y me siento honrado. Probablemente, seré el primer director en este escenario en decir que desearía no haber hecho nunca esta película.
Desearía poder cambiar esto (por) que Rusia nunca hubiese atacado a Ucrania”.
Al principio de la ceremonia, “Poor Things” de Yorgos Lanthimos se llevó tres premios por su suntuoso oficio, incluidos los premios de diseño de producción, maquillaje y peinado y diseño de vestuario.
Kimmel, quien por cuarta vez fue convocado como maestro de ceremonias, comenzó la 96ª edición de los Premios de la Academia haciendo hincapié en Hollywood como “una ciudad sindicalizada” tras las huelgas de actores y guionistas de 2023, recibió una ovación de pie por convocar al escenario a los choferes y trabajadores manuales, que ahora están entrando en sus propias negociaciones laborales.
El primer premio de la noche fue bastante predecible para Da’Vine Joy Randolph a mejor actriz de reparto, por su papel en “The Holdovers” (“Los que se quedan”) de Alexander Payne. Emocionada, Randolph fue acompañada rumbo al escenario por su compañero de reparto Paul Giamatti.
“Por mucho tiempo quise ser diferente”, dijo Randolph. “Y ahora me doy cuenta de que sólo necesito ser yo misma”.
“Kimitachi wa dô ikiru ka” (“El niño y la garza”) de Hayao Miyazaki, ganó el premio a mejor película animada. Miyazaki, el maestro del anime japonés de 83 años, que volvió de su retiro para hacer este filme, no asistió a la ceremonia. Tampoco asistió a los Oscar de 2003, cuando su película “Sen to Chihiro no kamikakushi” (“El viaje de Chihiro”) ganó el mismo premio.
El premio al mejor guion original fue para “Anatomie d’une chute” (“Anatomía de una caída”), que, al igual que “Barbie”, fue escrita por una pareja de casados: la directora Justine Triet y Arthur Harari. “Creo que esto me ayudará a superar mi crisis de la mediana edad”, dijo Triet.
En la categoría de guion adaptado, donde “Barbie” fue nominada, y donde algunos sospechaban que Greta Gerwig ganaría después de ser pasada por alto para la categoría de dirección, el Oscar fue para Cord Jefferson, quien escribió y dirigió su debut cinematográfico “American Fiction” (“Ficción estadounidense”). Pidió a los ejecutivos que se arriesgaran con cineastas jóvenes como él.
“En lugar de hacer una película de 200 millones de dólares, intenta hacer 20 películas de 10 millones de dólares”, dijo Jefferson, que ha sido un guionista galardonado de televisión.
Los Oscar pertenecieron en gran medida a las películas que se estrenaron en cines. Aunque llegó a los premios con 19 nominaciones, el servicio de streaming Netflix fue un actor secundario. Su única victoria fue para el cortometraje “The Wonderful Story of Henry Sugar”, de Wes Anderson, basado en una historia de Roald Dahl.
Históricamente, tener grandes películas entre los nominados a los premios más importantes de los Oscar ha sido bueno para los índices de audiencia de la transmisión por televisión. La mayor audiencia de los Premios de la Academia se produjo cuando “Titanic” de James Cameron arrasó en los Oscar de 1998.
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