El gobierno de Daniel Noboa busca hacer frente a una imparable espiral de violencia criminal en Ecuador. Las autoridades achacan la situación al creciente alcance de las bandas del crimen organizado movilizadas por el narcotráfico; pero, ¿qué más hay detrás?
En una escalada de violencia en Ecuador, que el presidente Daniel Noboa ha calificado como un "estado de guerra", militares y policías salieron a las calles a custodiar ciudadanos e infraestructuras estratégicas en las principales ciudades del país.
La crisis pone de relieve los retos que tiene por delante Noboa, quien asumió el poder en noviembre tras prometer durante la campaña electoral que frenaría la violencia, al tiempo que aumenta el transporte de cocaína a través del país por parte de las bandas de narcotraficantes.
¿Por qué se ha deteriorado la seguridad en Ecuador?
La seguridad en Ecuador ha empeorado desde la pandemia del coronavirus, que también golpeó la economía del país andino.
El número de muertes violentas ascendió a 8.008 en 2023, según el Gobierno, casi el doble que en 2022. La violencia saltó al terreno político el año pasado, cuando fue asesinado un candidato presidencial que tenía un discurso anticorrupción.
Las autoridades achacan la situación al creciente alcance de las bandas de traficantes de cocaína, que han desestabilizado franjas de Sudamérica.
Dentro de las prisiones ecuatorianas, las bandas se han aprovechado del escaso control del Estado para ampliar su poder. La violencia en las prisiones es cada vez más habitual, con cientos de muertos en incidentes que las autoridades atribuyen a las luchas entre esos grupos por el control de las cárceles.
Guayaquil, la ciudad costera más grande de Ecuador, está considerada la más peligrosa del país, ya que sus puertos actúan como centro del contrabando de drogas.
Noboa, de 36 años, ha estado promocionando su "Plan Fénix " para la seguridad, que incluye la creación de una nueva unidad de inteligencia, armas tácticas para las fuerzas de seguridad, nuevas prisiones de alta seguridad y controles reforzados en puertos y aeropuertos.
Costará unos 800 millones de dólares, dijo, aunque Estados Unidos aportará 200 millones de dólares en armas nuevas para el ejército ecuatoriano.
¿Qué causó el estallido de violencia de esta semana?
La policía informó el domingo que Adolfo Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, había desaparecido de la prisión donde cumplía una condena de 34 años. Las autoridades intentan localizarlo.
Mientras tanto, se produjeron incidentes de violencia en al menos seis prisiones desde el lunes.
Hasta el miércoles, más de 100 guardias y otros miembros del personal seguían secuestrados por los presos.
En Riobamba, capital de provincia en el centro de Ecuador, 39 reclusos se fugaron de una prisión, aunque algunos han sido recapturados.
La violencia se extendió a las calles el martes, con dos policías muertos en la provincia de Guayas, donde se encuentra Guayaquil.
También fueron secuestrados siete policías en todo el país, aunque tres han sido liberados.
La violencia se manifestó de forma más dramática cuando un grupo armado irrumpió en un estudio de televisión durante una emisión en directo y retuvo a los periodistas a punta de pistola.
Más de una docena de personas del grupo fueron detenidas.
También se confirmaron explosiones en varias ciudades el martes, aunque no se registraron heridos.
Noboa, que ha prometido no negociar con "terroristas", ha dicho que la violencia es una reacción a los planes de su administración de construir una nueva cárcel de alta seguridad para los líderes de las bandas encarcelados.
¿Qué está haciendo el gobierno para atajar el problema?
El mandatario declaró el lunes el estado de emergencia durante 60 días -una herramienta utilizada por su predecesor Guillermo Lasso con escaso éxito-, habilitando patrullajes militares, incluso en las prisiones, y estableciendo un toque de queda nocturno nacional.
En un decreto actualizado publicado el martes por la tarde, Noboa dijo que reconocía un "conflicto armado interno" en el país e identificaba a varias bandas criminales como grupos terroristas, incluidos Los Choneros. El decreto ordenaba a las fuerzas armadas neutralizar a los grupos.
Decenas de personas han sido detenidas desde el lunes en respuesta a incidentes como la toma del canal de televisión, informó la policía.
Las escuelas cerraron el miércoles en todo el país, las clases se impartieron de forma virtual y muchas empresas optaron por cerrar durante todo el día.
La coalición de Noboa, una amplia alianza de grupos de centro-izquierda, centro-derecha y centristas, tiene mayoría en la Asamblea Nacional, algo de lo que carecía Lasso, pero algunos ecuatorianos se preguntan por qué el presidente no toma medidas más duras contra las bandas.
El presidente planea celebrar un plebiscito centrado en la seguridad a finales de este año, que incluiría preguntar a los ciudadanos si el Gobierno debería deshacer la prohibición de extraditar a ecuatorianos buscados en el extranjero y si debería permitirse la confiscación de bienes de presuntos delincuentes.
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